viernes, 6 de junio de 2008

LA GUERRA CIVIL

Dando otro salto en la historia, llegamos a otra guerra, pero esta si cabe aún peor y más humillante que la anterior porque en ella se enfrentaron entre sí los hijos de la misma tierra; La Guerra Civil.
Arroyomolinos, quedó en la Zona Nacional y muchos mozos de la población, se vieron obligados a luchar y morir en esta cruenta guerra.
El hecho más nombrado en el pueblo, fue el conocido como “El Regato de los Muertos”. En él seis jornaleros fueron asesinados simplemente por ser considerados simpatizantes de las ideologías republicanas. Esta dolorosa escena, sucedió en la finca La Jarilla junto a un arroyuelo que a partir de ese fatídico día fue llamado “El Regato de los Muertos”.
El otro acontecimiento reseñable de este periodo, nos lo describe el escritor Justo Vila Izquierdo en su libro “Extremadura:

La Guerra Civil”:

Éxodo hacia Medellín.
Sobre las cuatro de la tarde del día 24 de diciembre de 1936, se presentaron en la explanada del castillo cinco hombres, burlando la guardia de las avanzadillas. Eran conocidos por el nombre de “Los invisibles. Tres de ellos eran extremeños, los otros eran voluntarios de las Brigadas Internacionales. Venían actuando en actos de sabotaje por la provincia de Huelva y Badajoz. Aquellos hombres contribuyeron a la organización de los guerrilleros. Desde entonces, muchos de los que estaban en el Potrenque como huidos, fueron instruidos en modernas tácticas guerrilleras que ocasionarán graves daños a los “nacionales”. Pero la misión de aquellos cinco hombres, la principal, era pasar aquel pequeño ejército de guerrilleros, a través de las líneas rebeldes, hasta posiciones republicanas de Medellín y la Serena.A finales de enero de 1937, las carreteras de Extremadura se llenaron de ronquidos de Fiats, trepidar de Balillas y densas nubes de polvo que levantaban cientos de neumáticos Pirelli. Se trataba de las columnas motorizadas de los generales italianos que marchaban desde el sur, donde habían sido desembarcados, hacia Guadalajara.
Paralelamente, por ferrocarril, siguiendo la línea Sevilla-Mérida-Cáceres, grandes cantidades de material de guerra llegado desde Italia se dirigían hacia Madrid.
Correa y Bautista, con sus respectivos grupos aprovecharon bien las lecciones que les dieron “Los Invisibles”. Desde la Nochebuena operaron, dentro de una disciplina de hierro, con mejor armamento y siguieron planes estudiados en sus menores detalles.
A primeros de febrero, los guerrilleros de la Sierra del Potrenque se pusieron en marcha camino de Medellín. Habían decidido llevar a cabo la retirada en tres etapas: de la sierra del Potrenque a la Sierra de la Estena, de esta a la Sierra del Pajar y de aquí a Medellín.
Cuando preparaban los últimos detalles para emprender la marcha, una columna franquista pretendió cercar la sierra. Se entablaron tiroteos entre los fascistas y las avanzadillas guerrilleras. Esto precipitó la marcha. Mientras que los grupos de retaguardia no cedían terreno ante los atacantes, el grueso de la columna llegaba a Sierra Estena. De madrugada, perseguidos por fuerzas de la Guardia Civil y grupos falangistas, emprendieron camino nuevamente, ahora hacia la Sierra del Pajar.

Sin duda, la última etapa sería la más difícil y peligrosa, por cuanto debían atravesar las líneas franquistas situadas en la zona de Santa Amalia. A media noche del 4 de febrero, la columna de guerrilleros cruzó el río Búrdalo. En vanguardia, un grupo avanzó tratando de encontrar los puestos más avanzados de los milicianos del sector de Medellín. A las dos de la madrugada llegaba la columna a Medellín. Pasaron el puente romano sobre el Guadiana doscientos guerrilleros, cubiertos por un escuadrón enviado desde la Comandancia del pueblo. Tras seis meses de resistencia y sabotajes en la retaguardia “nacional”, muchos de ellos pasarían a formar parte del XIV Cuerpo de Ejército, cuando éste empezó a formarse como un Cuerpo Guerrillero.
Como en tantos pueblos de la geografía extremeña, lo más destacable de los últimos años, ha sido la emigración. Siendo los años sesenta su periodo más destacado. Cataluña, Madrid y algunos países europeos fueron los lugares que más “molineros/ as” recibieron y debido a su marcha se perdieron los buenos artesanos del barro y la cestería,
Además de los telares de lino y muchas cosas más que hicieron famosa a la localidad.
Hoy en día se sigue viviendo de la agricultura y cada vez acuden más turistas a nuestra población para conocer los vestigios de nuestra historia, aunque la población está decreciendo pues en el último censo de 2007 no llegamos a 1000 habitantes, esperamos que esto cambie y que algún día volvamos a conseguir y a tener la importancia que nuestros antepasados dieron a este pueblo.

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